Las perlas siempre son objeto de deseo. Perfectas brillantes y combinables en collares, pendientes… pero ¿sabes cómo nacer? ¿Sabes que tipos de perlas existen.
Origen de las perlas
Las perlas naturales están hechas con nácar, un material que producen ciertos moluscos. Cuando un cuerpo extraño se introduce en el cuerpo blando del molusco, estos reaccionan produciendo la mezcla de cristales conocida como nácar y empiezan a cubrir lentamente al intruso. Son varias las capas de nácar que tienen que aplicarse hasta dar lugar, al cabo de los 10, 12 años a lo que conocemos como perla.
Perlas australianas
Se trata de las perlas más caras y cotizadas del mundo, llegando alcanzar precios impresionantes en función de su brillo y perfección. Se trata de un tipo de perla cultivada en las aguas saladas del norte de Australia, en Indonesia y Filipinas. Son conocidas por su perfección y gran tamaño. Además naturalmente se producen en una gama de colores que va desde el blanco más puro al negro.
Perlas japonesas o perlas mabe
Las perlas mabe o perlas japonesas son muy comunes en la fabricación de pendientes. La diferencia de estas perslas respecto a otras es que crecen adheridas a la concha del molusco en lugar de en el interior de esta, por ello son planas por un lado. Este tipo de perlas tardan mucho menos en cultivarse.
Perlas cultivadas
Se llama perlas cultivadas a aquellas en las que existe intervención humana para acelerar y controlar su creación. Se pueden cultivar en agua salada y en agua dulce (siendo estas últimas conocidas como perlas chinas) . Las cultivadas en agua dulce son más económicas ya que cada molusco puede producir más de una perla.
Perlas de imitación
Este tipo de perlas no tienen nada que ver con los molúscos. Las producen al 100% por el ser humano y emplean materiales como plásticos, resinas y lacas que hacen que se obtengan resultados similares al de la perla.